27.8.11

Monumento nacional a la Bandera




Fue inaugurado el 20 de Junio de 1957 y representa el primer izamiento de la insignia patria, a costas del Río Paraná, el 27 de Febrero de 1812.

La Proa, con su Torre de 70 metros, rememora la gesta de Mayo de 1810. En su base se encuentra la Cripta del Gral. Belgrano. Este sector es uno de los más importantes del Monumento, y su diseño termina en punta hacia las aguas de la fuente. Al decir del Dr. De Sanctis "... sugiere una nave imaginaria que avanza en el mar de la eternidad hacia sus mejores y grandes destinos: esta nave se abre paso impetuosamente y su elevada y cortante proa separa enormes olas a la derecha e izquierda sobre las cuales descansan los Colosos dioses del agua".

Esta nave que marcha victoriosa es la Patria. Guiada por la Patria Abanderada, la Patria de la Fraternidad y el Amor o Madre Patria, de pie en la hornacina del altar de este templo de la argentinidad, en la parte posterior de la Torre.

Otros conjuntos escultóricos en bronce, La Pampa y Los Andes, como así también una serie de Bajorrelieves completan el conjunto escultórico de este sector.

En la misma proa podemos encontrar:

La Torre con sus setenta metros. En un ascensor, al que se accede por la Cripta de Belgrano, se llega al mirador para apreciar diferentes vistas de la ciudad y el río con sus islas.

Los autores del proyecto propusieron este sitio como un lugar donde rendir homenaje a Belgrano y dejaron preparado un espacio –bajo la cripta- para que descansen sus restos. Esto no se concretó, ya que se encuentran en la Iglesia de Santo Domingo por pedido expreso de Belgrano antes de morir.

El revestimiento de mármol pulido y lustrado y el resplandor de las luces que sobre el techo forman la Bandera argentina, otorgan al ámbito un clima de gran solemnidad.

Entre las leyendas inscriptas en ella la más importante es la que fue grabada en la circunferencia de la cripta: "En este sitio sagrado para los argentinos el General Belgrano izó por primera vez la Bandera de la Patria siendo las 6.30 de la tarde del día 27 de Febrero de 1812"

El Patio cívico, con su escalinata, hace revivir el esfuerzo realizado por los patriotas para organizar el Estado: batallas, acuerdos, pactos. Esta alegoría sugiere la idea del ascenso lento pero seguro, bordeado de parapetos que impiden desviarse de la línea recta, norma de los próceres argentinos.

La escalinata sorprende por su monumentalidad y se nos representa tal como si fuera un teatro griego modernizado. Comienza en el atrio donde se encuentra la Madre Patria y asciende hasta el Propileo Triunfal de la Patria.

El Propileo Triunfal

Santuario destinado a albergar y a exaltar al héroe anónimo de la independencia. En el centro, se halla el pétreo pedestal sobre el que se asienta la urna que contiene restos de los granaderos de San Martín, muertos en San Lorenzo y de la que surge la llama votiva, Fuego Sagrado de la Argentinidad que arde permanentemente. En las dos pequeñas galerías que bordean el amplio templo –una hacia calle Córdoba y otra hacia Santa Fe- se encuentran las hornacinas donde se ubican las esculturas que representan a la Gran Patria Americana en sus cuatro etapas: América Indígena, América Colonial, América institucional y América Futura.

Fue diseñado por los arquitectos Ángel Guido y Alejandro Bustillo, y colaboraron los escultores Alfredo Bigatti y José Fioravanti. Luego se agregarían obras de Eduardo Barnes y accesorios de Pedro Cresta.

En el subsuelo del propileo se halla la Sala de Honor de las Banderas de América.

Un dibujo de este monumento aparece en el reverso de los billetes de 10 pesos.

Antecedentes

En el año 1872 un destacado vecino de la ciudad, el Ingeniero Nicolás Grondona, inicia una campaña de recolección de fondos para construir dos monolitos: uno en la isla del Espinillo y otro en Rosario, lugares de emplazamiento de las baterías de Belgrano. Solamente consigue levantar el primero, que es destruido por una creciente del río Paraná unos años después.

En 1898 investigaciones históricas determinan el exacto lugar donde se enarbola por primera vez la bandera nacional creada por Belgrano. El 9 de julio de ese año se coloca en el lugar la piedra fundamental del futuro monumento. Dicha piedra se encuentra hoy en la Cripta, casi en el mismo sitio en que fuera colocada originalmente.

En 1910 el Gobierno nacional destina los fondos para la construcción de un monumento a la bandera, y encarga su ejecución a la artista tucumana Lola Mora. Ésta comienza a realizar las estatuas en Italia y las va enviando a medida que están terminadas. Las estatuas de desnudos que realiza la artista (por ejemplo, la Fuente de las Nereidas de Buenos Aires) movilizan los prejuicios de la sociedad victoriana de la época y el proyecto es abandonado. Las estatuas ya realizadas deambularon por la ciudad, hasta que en 1977 son reacondicionadas y pasan a integrar el grupo del Pasaje Juramento.

Tras la rescisión del contrato con Lola Mora, la Comisión Pro-Monumento a la Bandera, convoca a un Concurso de Anteproyectos en el año 1928. Pocos datos se tienen de aquel concurso, pero se sabe que los proyectos no alcanzaron las expectativas del Jurado y fue declarado desierto.

Finalmente, en marzo de 1939 un decreto presidencial llama a concurso de planos y presupuesto para la realización del tan ansiado monumento, fijando un plazo hasta el 30 de junio de 1940 y en $1.000.000 m/n el monto máximo para su construcción. Se presentan doce anteproyectos y el jurado se expide el 22 de septiembre de 1940, otorgando cuatro premios y tres menciones.


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